Hace unos días
repasaba las principales propuestas económicas del PP, que quise resumir en realizable, pero sin hablar de pobreza o
desahucios, y basado exclusivamente en el crecimiento del PIB. Ahora, el
turno es para el PSOE, con un programa también casi igual al presentado para el
20D.
Para comentar las principales medidas, ha sido algo más complicado, pues hay que bucear bien en su programa electoral completo; no hay disponible un resumen o un esquema.
Para comentar las principales medidas, ha sido algo más complicado, pues hay que bucear bien en su programa electoral completo; no hay disponible un resumen o un esquema.
Para el PSOE,
su programa se define como contrato con la ciudadanía: si no lo cumpliesen, ¿tendrían que ser despedidos? Dicho
esto, su programa se divide en varios bloques, siendo el económico el tercero.
Este, a su vez, tiene cuatro apartados claros:
- Una
economía 4.0, más productiva.
- Estabilidad
presupuestaria.
- Instituciones
y mercados inclusivos: por una economía de las oportunidades al servicio de las
personas.
- Avanzar
en la integración europea: hacia un gobierno europeo.
De estos
apartados he escogido las que en mi opinión pueden ser las medidas más
importantes propuestas por los socialistas:
De nuevo, un problema que es clave en nuestra
economía: los autónomos. Recuerdo de nuevo que gracias a los módulos, y otros
sistemas, es muy difícil que el pequeño empresario tenga rentabilidades y pueda
crecer, ya que “paga por encima de sus
posibilidades”. Deben pagar por lo que ganan, y a mayor ganancia, mayor
impuesto, y esto hoy no es así. El problema entonces, ¿cuál es? Este problema
existe desde hace décadas pero ningún gobierno, de ambos signos, se han
esforzado por solucionarlo.
La precariedad laboral está siendo el pilar fundamental, junto con el crecimiento de
las exportaciones, del crecimiento
económico de nuestro país. Sin embargo, los ingresos a la Seguridad Social
apenas crecen, y esto es debido a los salarios en negro y otras situaciones
similares.
Dice nuestra Constitución –la que los
gobernantes se saltan a diario- que la igualdad de oportunidades debe ser un
derecho fundamental. Sin embargo, los impuestos de Sucesiones y Patrimonio, al
estar en manos de las CCAA, son utilizados como instrumentos de rivalidad fiscal. Por ejemplo: En la C. de Madrid,
el I. de Sucesiones es prácticamente inexistente. Si permitimos que se creen pequeños
“paraísos fiscales” dentro de nuestras fronteras, ¿qué nivel moral tenemos para
pedir su disolución a nivel internacional? Esto, unido a que no se puede
permitir que los grandes patrimonios pasen de generación en generación
intactos, hace de esta medida, completamente necesaria tanto a nivel recaudatorio como moral.
Las Sociedades de Inversión de
Capital Variable (SICAV) son auténticos
instrumentos de fraude y evasión fiscal, pago mínimo de impuestos y ocultación
de patrimonios. Con su tributación en beneficios inferior siempre al 5% (siendo
el I. de Sociedades del 30%), cualquier medida que pueda supervisar, evitar el
fraude masivo y en general, reducir sus ventajas, se debería tomar como
positiva.
Esta es quizá la medida más sorprendente de todo el
programa socialista. ¿Se plantean los socialistas volver a privatizar sociedades
públicas, incluso aunque éstas tengan valor y sean rentables? He de pensar, por
tanto, que no se plantean tratar de dar marcha atrás a la privatización de AENA,
una de las mejores empresas públicas, o hacer de Bankia una verdadera entidad
pública una vez rescatada con el dinero de todos. (Ver Banca pública y Bankia)
Para ir cerrando el análisis
sobre el programa socialista, debo hacer hincapié en su apoyo a una mayor integración europea. Piden una ejecución más
rápida del Plan Junker, así como un mayor presupuesto europeo. Su objetivo es
ambicioso en el largo plazo: “tener un Gobierno
Europeo en una Europa Federal”. Esto supondría una mayor cesión de soberanía desde España hacia Europa.
Tenemos por tanto, un programa
que puede ser un buen punto de partida
para la solución de los principales problemas para la economía española, pero con un problema que persigue a los
socialistas desde mayo del 2010: su falta
de credibilidad. (Mayo 2010: fecha en que Zapatero decidió aplicar los
primeros recortes dictados desde Bruselas sin considerar sus promesas electorales
ni en convocar nuevas elecciones).
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