¿Has tenido alguna vez problemas
para pagar algún crédito o alguna factura? ¿Conoces de algún negocio que haya
tenido que cerrar por falta de dinero? Seguro que sí. ¿Y alguien perdonó o se
hizo cargo de tu problema sin coste alguno para ti? Seguro que eso ya no.
Claro que, si eres amigo del
Gobierno, un gran banco o una autopista inútil, el Estado irá a ayudarte de la
misma manera que un padre ayuda a su hijo, para después hacerle pagar la deuda
a tus hermanos.
Primero fue el Castor de Florentino, después Bankia y las cajas de ahorro… y ahora
las autopistas de peaje, el nuevo
gran rescate planteado por el Gobierno y el Ministerio de Fomento: hasta 5.500 millones de € que el Estado desembolsará para contener la quiebra
total que llegó hace ya varios años a varias autopistas de peaje de nuestro
país, como la M-12, AP-7 o la radial
R3. Esto significa que el Estado, con dinero de los contribuyentes –otra vez-
pagará la deuda de quien con anterioridad invirtió en la construcción de estas
carreteras de forma completamente privada.
De nuevo, las pérdidas se las
llevan los ciudadanos, sabiendo que nunca tendrán beneficios. Pues estas
carreteras se construyeron bajo los avisos de que difícilmente serían
rentables. Así, la privatización de los
beneficios y la socialización de las pérdidas, algo muy característico del
sistema capitalista, aparecen de nuevo en nuestro país. ¿Por qué un problema de inversión privado debe pasar factura a todos los demás, sin ser un riesgo sistémico como si podía serlo Bankia?
Situación geográfica de las autopistas de peaje quebradas. |
¿Cómo pagarlo?
Parece la principal pregunta a responder, pues las cuentas son bastante simples:
acaba de aprobarse una subida de impuestos para recaudar 7.000 millones sin
contar con grandes gastos extra, con los que poder cumplir con el déficit. Si
ahora hay que sacar otros 5.500 millones y se ha prometido que no habría más recortes de
gasto ¿de dónde va salir ese dinero? Muy difícil cumplir tan pocas y pobres
promesas. A lo mejor terminan enviando cobradores casa por casa…
Y es que, ¿qué importancia real
pueden tener 9 autopistas con apenas tráfico? En mi opinión, muy muy poca, porque si
realmente el Estado (mejor dicho, el Gobierno) está en disposición de gastar hasta 5.500 millones en una
emergencia, ¿por qué no financiar las facturas de la luz de quién pasa frío? ¿O
las hipotecas de quien se va a quedar sin techo? ¿O realizar donaciones al
banco de alimentos?
No me extraña que en España
pensemos que se pagan demasiados impuestos. Sé que eso es falso, y que en realidad deberíamos
recaudar más de los que más tienen. Pero cualquier enfado es comprensible
cuando unos trozos de asfalto importan más que los ciudadanos.
Comentarios
Publicar un comentario