Sonrisas y vacíos.

Un primer post. Día 6 de enero. No es casualidad. Durante el día de hoy, cientos de miles de niños se despertaban y, rápidos como un rayo, se levantaban de la cama para buscar esos presentes que SS.MM los Reyes, les han dejado esta madrugada a cambio de unas pocas galletas. Los pequeños abren los regalos, comienzan a disfrutarlos y por unas horas como mínimo, la alegría se dibuja en sus caras, completamente imposibles de borrar.


Desde el otro lado, la sonrisa tanto interna como externa que sienten sus majestades. Porque el esfuerzo tiene recompensa. Porque quizá, por un día, todos los problemas se olvidan. No es fácil olvidar el desempleo. No es fácil olvidar que hace frío porque no hay calefacción. No es fácil olvidar que a lo mejor, simplemente, los ancianos magos no pudieron pasar por ese frío, pero a la vez cálido hogar. si es que lo hubiera.

Está bien, no es una familia cualquiera, pero si más habitual de lo deseado. Porque en otros hogares los Reyes no tuvieron problemas, dejaron sus presentes y hoy todos tenían lo que deseaban. Eso es simplemente fantástico.

Por eso, como final de este primer post, un pequeño recuerdo para esos niños que ayer por la noche no podían dejar galletas y leche a sus magos preferidos porque su nevera andaba vacía, si es que había nevera.



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