Yo y yo mismo.

No sabía que hacer. Se sentía perdido. Tenía ganas de cambiarlo todo y no sabía por dónde empezar.
Eso le hacía perderse, en él mismo y en el mundo. En el fondo, sabía lo que quería, su cuerpo ardía por dentro pero, carecía de la fuerza de voluntad para levantarse y correr. Correr por sus sueños, aunque desconociese cómo dar zancadas. Se dio cuenta de quién era su enemigo. Meditó, <<¿peleo?>> se dijo.

Nadie supo su respuesta.

En realidad, sí. Todos la conocemos. Está en ese médico que torna su vocación en vida, en ese atleta que no se rinde aunque el dolor quiebre su cuerpo. En ese yo diario que de algún modo, el que sea, trata de poner un metro más de asfalto en su largo camino vital.

La diferencia entre yo, y yo, soy yo mismo.

Comentarios

  1. A veces puede ser bueno empezar por aquí: https://www.youtube.com/watch?v=ZOy0YgUDwDg

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por lo demás...Bravo. Por tu prosa. Por esa diferencia.

      Eliminar
    2. Lo primero, gracias por tu lectura. Y en cuanto al video, realmente cumple lo que promete, y espero usarlo algún dia en grupo.

      Eliminar

Publicar un comentario