Sanidad pública, sonrisas privadas.

Los recientes escándalos de fraude en el sector de la medicina dental a clientes y franquiciados por parte de la directiva de las empresas Funnydent y Vitaldent nos debería acercar a una reflexión que, seguramente, pocas veces nos habremos planteado: ¿Debería cubrir el sistema sanitario público la salud bucal?


Teóricamente, sí lo hace. Recuerdo cómo de pequeño, mi madre me llevaba a un centro médico público en el que me hacían ciertas revisiones periódicas en la boca, y poco más. Y es que al final, la cobertura de la Seguridad Social se reduce a eso y poco más. En la imagen, obtenida directamente del Ministerio de Sanidad ( aquí vemos la cobertura bucodental nacional), observamos como la cobertura en este sector es más bien insuficiente.


Así, a la hora de reflexionar sobre este tema debemos tener en cuenta, en primer lugar, que es un problema que afecta directamente a la salud pública, y que la salud de nuestras bocas es tan importante como la de nuestro estómago o nuestras rodillas. Sin embargo, cuando a una persona en nuestro país su médico habitual le alerta sobre la necesidad de, por ejemplo, ponerse un aparato u operarse de una muela, se encuentra con el gran obstáculo de que, si no tiene dinero para costearse dicha intervención, tendrá que esperar a algún tipo de suerte económica, porque la sanidad pública no estará ahí para ayudarle: los precios de una ortodoncia oscilan desde los 700€ en niños hasta 5000€ en los tratamientos más elevados.

No obstante en España gozamos de una sanidad pública que, si bien está falta de agilidad y financiación (4.423mill de déficit en 2015 solo en el periodo enero-julio), es la envidia de muchos países de nuestro entorno y de más allá del Atlántico. Pero dados los argumentos anteriores de abandono por parte de la Seguridad Social, parece obvio que el sistema público debería cubrir esta necesidad, si bien habría que pensar cómo financiarlo: profesionales, tratamientos, equipamiento, etc. 

Quizá sería necesaria una pequeña subida en las cotizaciones a la seguridad social, pero en un entorno económico tan complicado, no sería recomendable a pesar de los elevados déficits, además de no asegurar un incremento de la recaudación. Y por otro lado, habría que pensar en una mejor racionalización de los gastos, cuyos intentos no han sido eficaces desde el inicio de los recortes en 2010.

Por último, no recuerdo ningún partido político cuyo programa de las últimas elecciones llevara incorporado una solución a este problema que crea sin duda, cierto estigma en la población: los que pueden pagar, y los que no.

Espero que más pronto que tarde, alguien de “ahí arriba”, periodistas o profesionales de prestigio se animen a proponer la entrada del sistema público en la salud buco-dental, aunque lo dudo bastante, pues los márgenes de beneficios que aporta el sector a la empresa privada son cada vez más elevados.

Comentarios

  1. Sabiendo de antemano que es un asunto polémico estimo oportuno recalcar que mi opinión es subjetiva, pues toda ella irá a analizar el ámbito normativo de la cuestión, más que las variables de un análisis positivo.
    En primer lugar considero relevante la forma de expresión de tu artículo. La exposición refleja, a mi modo de ver, escasos datos y muchas expresiones populares, excesivos lugares comunes. Esto por supuesto es subjetivo pero me baso en determinados argumentos que permiten revisar ese ámbito normativo en el cual paso a centrarme:
    ¿Debería cubrir el sistema sanitario público la salud bucal? A mi modo de ver si y no. Sí debería cubrir un mínimo de supuestos, aquellos de especial gravedad y que puedan afectar seriamente a la salud de cada persona. Esto implica, por cuestiones técnicas y según un criterio de igualdad horizontal en tanto todos somos seres humanos, financiar las intervenciones de todos los ciudadanos lo cual supondría asumir un coste relevante. No sería eficiente y la eficacia derivaría de los límites de lo que considerásemos ''problemas graves sobre la salud de las personas''.
    ¿La salud de todas las partes de nuestro cuerpo es igual de importante? No lo creo. Me remito al escaso cuidado que los ciudadanos prestamos a nuestra higiene y salud bucal que se refleja en el ''Estudio prospectivo Delphi: La Salud Bucodental en España 2020''. A pesar de que se confía en la reducción del consumo de tabaco; la incidencia del estrés y el alcohol incrementará los problemas bucales. Nota aparte, desde mi óptica negativa, para el cuidado de la higiene bucal (escasa formación específica para profesionales de la salud y escasa información para el ciudadano) y los hábitos de alimentación. Aún suponiendo que los ciudadanos fuésemos irresponsables debido a nuestra ingenuidad, aún cabría preguntarse hasta que punto el cuidado bucal se considera una cuestión estética.
    Financiación pública: ''Parafraseando a Art Laffer: si me dan un lápiz rojo y los presupuestos, reducimos el déficit a 0 en una semana''. Si accedemos a las cuentas públicas vemos que los gastos públicos sobrepasan a los ingresos públicos. Es cuestión de voluntad. De decidir que sacrificamos y que garantizamos. Priorizar puede ser doloroso, pero soñar con más ingresos que mantengan los niveles de gasto no me parece responsable.
    Así pues: ¿Qué es racionalizar el gasto? ¿En qué partidas conviene reducir la financiación y en cual aumentarlas? No podemos obviar el problema de los cambios de gobierno: los presupuestos reflejan las pretensiones y objetivos, no sólo ideológicos, de cada Gobierno. Pero hay objetivos que sin planes a largo plazo nos cuestan dinero, tiempo, esfuerzo...traducido: ineficiencias e ineficacias.
    Establecer el debate público es un primer paso, pero sin voluntad de llegar a soluciones y sin alejarnos de sensacionalismos irrealistas no llegaremos a nada más que a incentivar la insatisfacción y el cabreo.

    Buen artículo, espero más y mejor. Como siempre. Gracias por el artículo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con tu opinión me introduces la idea de escribir sobre como podrían reformarse los PGE y la financiación del Estado en el futuro.
      En cuanto a los tratamientos bucales, yo mismo he sufrido esa carencia de servicios públicos, mientras vveo como se despilfarra en tantísimos sitios. Seré breve, no debería cubrir todos los tratamientos pero si lo más importantes, al menos en un principio. E introduciré una pequeña propuesta: la eliminación de la exención del IVA en este tipo de medicina.
      Poco más que decir. Gracias por leernos, espero que lo sigas haciendo. E intentaré aportar cada vez más datos pero sin distorsionar el objetivo de cada artículo en concreto.

      Eliminar
  2. Este tema trae miga. Yo soy partidario de que el sistema sanitario español deba incluir la salud dental. Al fin y al cabo es SALUD.

    Tengo 2 hijos, los dos con necesidades sanitarias bucales. Mi hijo más mayor ha podido disfrutar de atención sanitaria bucal debido a que por aquella época nos encontrábamos en buena situación. Sin embargo, mi hijo pequeño no ha podido disfrutar de esa sanidad, algo que creo yo, es esencial. No hemos tenido que endeudar y solicitar préstamos para hacer frente a a sus necesidades, algo que no hubiera hecho falta con un sistema sanitario de salud dental.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Completamente de acuerdo, y muchas gracias por habernos leido.

      Eliminar

Publicar un comentario